Posteado por: vinadas1 | 27/07/2010

Dos banderas españolas en el podio del Mundial (I): 1995; Magia y a soñar en Colombia

Bueno, iniciamos un mini-serial de las veces que España hizo doblete en el Mundial de ciclismo que intentaré publicar cada miércoles.

Corría octubre de 1995 e Indurain llegaba a los Mundiales cubierto de gloria tras alcanzar su quinto Tour consecutivo. Este año los mundiales se iban a disputar en Duitama (Colombia). La primera prueba de profesionales masculina que se iba a disputar sería la de Contrarreloj Individual, era el segundo año que se corría y todo el mundo quería suceder a Boardman, el primer campeón mundial contra el crono.

La supremacia hispana no se hizo esperar, y es que el vasco y el navarro marcaban tiempos estratosféricos en todos los puntos de control de la carrera. Ambos pedaleaban de una manera similar, con el cuerpo inmóvil y un robótico movimiento de piernas que hizo temblar al mundo. Y es que salían tras favoritos, pero les doblaron, Olano lo hizo con Jaskula e Indurain se cebó para pasar a Fondriest y estuvo a punto de alcanzar a Breuknik.


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En la línea de meta las diferencias fueron de 48″ con Olano y 2’03» con Peschel, que coló la bandera germana al lado de dos rojigualdas.

La prensa española al completo se rindió a los dos chicarrones del norte que hicieron que España entera viese la prueba del domingo, en la que los españoles partían como favoritos.

Y llegó el domingo, la prueba era tremendamente dura con un puerto interesante y el aliciente de estar situada la ciudad de Duitama a 2.500 metros sobre el nivel del mar.

Los participantes de la prueba hacían que la expectación aumentase, y es que muchos de ellos son ahora mitos del ciclismo, además de los españoles Abraham Olano y Miguel Indurain iban a estar en la salida de Duitama una legión de italianos capitaneada por Gianni Bugno y compuesta también por Leonardo Piépoli, Marco Pantani y Claudio Chiappucci; el francés Virenque, los locales Oliverio Rincón, Efrén Rico y Alberto Camargo, el danés Chris Sorënsen y y el suizo Pascal Richard querían poner en jaque a los dos conjuntos más fuertes, Italia y España.

Olano ganó el oro con el tubular pinchado, pero la verdadera victoria fue para Indurain, quien corrió para su sucesor, cruzó la meta celebrando su plata con sabor a oro puro y le dijo al mundo: «Ahí va el futuro, démosle paso» y es que el extraterrestre, uno de los mejores ciclistas de la historia dio paso a su heredero en una carrera que permanecerá por siempre en los anales del ciclismo. Indurain y Olano corrieron las dos carreras del Mundial como si fueran un solo ciclista y se llevaron un oro y una plata cada uno, pese a ello la victoria no fue de Olano ni de Indurain ni de España, fue del deporte y del futuro; y del gesto, un gesto solidario de platino para un oro y una plata que abrió el corazón de todo el mundo al extrarrestre.

La carrera en sí es de las que deja huella; España impuso el ritmo de la carrera como se le exige al favorito, y en la penúltima vuelta empezó el Mundial de verdad cazando el pelotón a los escapados con una potente Italia y con Indurain disimulando su pinchazo dejándose caer al final del pelotón para cambiar la bici sin hacer que los italianos tiraran a bloque para que se quedase. En el descenso Indurain llegó al grupo de Olano, Pantani, Richard, Gianetti y Virenque. El navarro y el guipuzcuano cruzaron sus miradas y Olano leyó en el guiño de ojos del navarro que su turno había llegado, aumentó la intensidad del pedaleo se puso en pie y voló hacia el suño de toda su vida. Por detrás Il Pirata atacaba sin tener el apoyo de nadie más, sólo Indurain y Richard le siguieron, pero fue inútil para el italiano, Olano volaba alentado por Indurain quien hacía de freno atrás. El donostiarra pinchó en el descenso, su rueda trasera hacía eses y el de Anoeta era incapaz de controlarla, desafió a las leyes de la física para llegar a meta y ponerse un arcoirís que, como diría su mujer llorando en directo: «Se lo merecía»


La prensa española se volcó con los campeones del mundo que coparon portadas y una infinidad de páginas interiores, pero lo habían hecho, habían logrado un poker de medallas que nadie jamás en la historia logró igualar.

PD: Los gráficos y alguna foto han sido tomadas de la Hemeroteca del Mundo Deportivo.

by vinadas1


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